En estos últimos años el ayuno intermitente se ha puesto muy de moda como una opción para perder peso y grasa corporal.

Son muchos los personajes conocidos que salen en los medios de comunicación hablando de sus bondades y de cómo el practicarlo les ayuda a mantenerse delgados y sanos. Pero ¿es realmente una solución real si realmente queremos perder peso?

El ayuno intermitente basa su método en alternar periodos de ayuno en el que no ingeriremos nada más que líquidos sin calorías (agua, infusiones café solo) y periodos en los que podemos comer.

Estos periodos de ayuno suelen variar según la experiencia de cada persona. Lo normal es empezar con un ayuno de 12 horas, luego subir a un ayuno de 16 y si nos funciona subir a un ayuno de 20 horas.

También las personas que practican ayuno intermitente suelen probar con ayunos de 24 horas una vez a la semana.

En los periodos en los que se abre la franja en la que podemos comer, trataremos siempre de comer de manera ordenada y equilibrada. No nos va a servir de nada pegarnos el atracón en nuestra ventana de ingesta de manera compulsiva.

Este tipo de patrones alimenticios no son para todo el mundo, hay personas que se sentirán mareadas, o que lo llevarán fatal y otros que pueden pasar el periodo de ayuno bastante bien y a penas notan el esfuerzo.

El ayuno intermitente promete nivelar tus niveles de azúcar en sangre y potenciar la perdida de grasa corporal. Si lo haces con sentido común, esta claro que tu ingesta calórica total en el día será menor, porque has pasado menos horas comiendo, pero nuestra recomendación es que te alimentes de manera saludable, escuches a tu cuerpo cuando tiene hambre y cuando no, y si necesitas ayuda con tu dieta consultes a un especialista que te proponga un sistema de comidas acorde con tu modo de vida y gasto energético.