Lácteos y los derivados vegetales

En alimentación tenemos tendencia a buscar sustitutos. Cuando algo me sienta mal, busco otro similar para intentar compensar aquel o aquellos nutrientes que dejo de tomar por no ingerir ese alimento. En esto, los lácteos son el top de alimentos “intercambiados”.

Muchas personas optan, sea por el motivo que sea de salud, ética, alergias, gusto, etc; por eliminarlos de la alimentación y utilizar en su lugar preparados vegetales. Las mal llamadas leches vegetales (denominación que hace que solamos pensar que son similares).

Por desgracia aquí solemos cometer un error; uno de los mitos más extendidos.

Y es que, debido a su color y el uso que se les da en los momentos en los que solía haber un lácteo. Pensamos que estamos sustituyendo todos los nutrientes de estos lácteos a la perfección. Y no es para nada así.

Tres puntos que tratar aquí:

  1. Estos pensamientos parten de la premisa de que es necesario sustituir los lácteos. Y realmente no es así. No es que lo normal sea tomar leche y los que no lo tomen tengan que sustituirlo. No son un grupo de alimentos que haya que tomar con obligación. Podemos obtener esos nutrientes en cualquier momento del día y con el resto de grupos de alimentos, sin necesidad de meter una bebida vegetal.
  2. No siendo imprescindibles, comentar que si son un grupo interesante nutricionalmente. Un buen aporte proteico y de buena calidad. Perfil de vitaminas y minerales interesante (solo si es entera claro). Bastante saciante.
  3. Las bebidas vegetales no sustituyen los lácteos. Son alimentos (productos) diferentes. Es como intentar sustituir un pedazo de queso con una cucharada de avena. Son productos diferentes, con sus beneficios independientes. Diferente valor proteico, diferente saciedad, muy diferente aporte de micronutrientes.

La recomendación de nuestro equipo de nutrición es:

“Toma lácteos si te gustan y te sientan bien”.  “También puedes tomar bebidas vegetales si te gustan y te sientan bien, tomes o no tomes lácteos”

No son excluyentes. Pero si los vas a tomar, que sean con los menos “extras” añadidos (azúcares, sales, grasas poco interesantes…) y con el mayor porcentaje de producto en su interior.

Y por supuesto en un encuadre de dieta saludable. Ponerle cacao con azúcar a cualquiera de ellas, va a ser igual de perjudicial.

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¿Te animas a aprender más sobre alimentación consciente con nuestro equipo de nutrición?

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