El día 21 de junio se celebra el Día Internacional del Yoga y en Saludando queremos aprovechar la ocasión para compartir por qué nos gusta tanto esta disciplina, que promueve muchos de los valores que son pilares fundamentales en nuestra filosofía de trabajo, como el cuidado de la espalda a través de sus posturas, o la calma mental.

Si no sabes exactamente qué es esto del yoga, te lo contamos en este artículo.

Yoga es una palabra sánscrita (lengua muerta que se hablaba en la India) y que se traduce como unión o conexión. Hace referencia a la búsqueda para conseguir la unión entre nuestra parte física, mental y espiritual/energética como individuos, y también a la consciencia de cada persona y su conexión con el resto del universo.

Somos parte de un todo y el yoga es el camino para alcanzar la armonía y el equilibrio de todas esas dimensiones.

Ese camino pertenece a una filosofía de vida o sistema de técnicas y prácticas que se utilizan para purificar y fortalecer el cuerpo, calmar la mente y expandir la conciencia y que involucran:

En el mundo occidental nos ha llegado fundamentalmente la parte física de esta filosofía de vida, es decir, las “clases de yoga” donde se ejercita el cuerpo a través de una combinación de posturas físicas, y en algunas ocasiones se trabaja la respiración. En mayor o menor medida, dependiendo de lo que busque el/la practicante o del estilo del/de la instructor/a, también se incluyen aspectos energéticos, la filosofía de vida, etc., que buscan cultivar cualidades como la calma, la claridad mental, la conexión con uno/a mismo/a y lo que nos rodea.

Hoy en día existen numerosas escuelas de yoga en todo el mundo, cada tiene sus propias prácticas, técnicas, filosofías y estilo. Aunque todas parten de las posturas de Hatha, el nombre de una misma postura puede cambiar dependiendo de la escuela, pero todas comparten el objetivo común de unir cuerpo, mente y espíritu a través de su práctica.

Las escuelas más antiguas y clásicas, se remontan a miles de años y se siguen practicando a día de hoy. En las últimas décadas, la práctica del yoga se ha popularizado y han surgido nuevas escuelas contemporáneas, algunas con influencias de otras disciplinas.

Estas son algunas de ellas:

Se considera una de las escuelas más antiguas y se centra en las posturas físicas (asanas) y la respiración (pranayama) para fortalecer, flexibilizar y equilibrar la energía del cuerpo. Es la más popular y practicada en la actualidad.

Es un estilo dinámico que incorpora la respiración. Se realizan transiciones suaves y fluidas de una postura a otra coordinadas con la inhalación y exhalación consciente.

Consta de tres secuencias, primaria, intermedia y avanzada, en las que se realizan siempre las mismas posturas en vinyasa (dinámico y junto a la respiración). Trabaja la fuerza fundamentalmente la fuerza. Se basa en los 8 pasos del yoga Sutra, de ahí su nombre, Ashta significa ocho.

Se enfoca en despertar y activar la energía kundalini, latente en la base de la columna vertebral, y el equilibrio de los chakras. Esta práctica combina asanas, pranayama, canto de mantras, meditación y prácticas de visualización.

Nace en la década de 1970, se practica en una habitación caliente (40º) y con humedad alta (40%). Consta de una secuencia fija de 26 posturas y su objetivo es calentar el cuerpo, mejorar la flexibilidad y la fuerza y eliminar toxinas.

Creada por el maestro del mismo nombre, se centra en la precisión en las alineaciones precisas de las posturas, la conciencia corporal y la exploración profunda de las posturas, manteniéndolas durante largo tiempo. Para ello, se utilizan accesorios como bloques, cinturones, mantas, zafus, etc.

El yoga del sueño. Se practica tumbados/as boca arriba. Consiste en una relajación guiada a través de instrucciones verbales (visualizaciones y afirmaciones) que llevan a un estado meditativo de atención plena, entre la vigilia y el sueño. Busca expandir la conciencia, conectar con el subconsciente, alcanzar calma mental y la transformación del cuerpo y mente.

Una de las escuelas contemporáneas. Combina posturas de Hatha con el apoyo de un columpio de tela flexible. El columpio provoca una sensación de ingravidez que permite una mayor libertad de movimientos, flexibilizar y fortalecer, y realizar posturas invertidas de manera segura.

Una de las prácticas que más ha crecido en popularidad en los últimos años. Se practica en pareja o grupo. Se realizan secuencias de posturas de yoga enlazadas, con el apoyo y participación de una pareja. Involucra levantar y sostener a un componente en el aire y se realizan transiciones acrobáticas, escuchando y sincronizando las respiraciones. Desarrolla la fuerza y flexibilidad, pero también la confianza, coordinación, conexión, el equilibrio y la comunicación.

Por las siglas de Stand-Up Paddleboard (estar de pie en la tabla de paddle surf). Se practican posturas de yoga con la dificultad de mantener la estabilidad y equilibrio sobre el agua. Requiere mayor concentración, propiocepción y proporciona una conexión más profunda con la naturaleza. ¡Una práctica ideal con la llegada del verano!

Esta disciplina está abierta para que la practique cualquier persona, sin importar la edad o condición física, incluso si existen limitaciones temporales o permanentes, ya que, como hemos visto, tiene muchas posibilidades.

Para empezar solo se necesita la voluntad de explorar el propio cuerpo y mente, e ir descubriendo los beneficios que aporta.

Es fundamental al practicar no compararse con nadie. La mejor práctica es la que es beneficiosa para ti, sin importar el nivel o número de asanas que realices. Cada persona debe llevar su ritmo.

Lo más importante a tener en cuenta es aplicar el principio de Ahimsa, la no violencia, es decir, cada persona debe escuchar y respetar su cuerpo, explorando sus límites y retándolo de una manera no lesiva.

Hay muchos motivos por los que es bueno hacer yoga, para iniciarte en esta disciplina deberías encontrar la motivación que te ayude no solo a empezar, sino a continuar. Los beneficios que aporta serán los que te hagan quedarte.

El motivo más importante y al que llegarás, aunque no sea tu motivo inicial, es porque beneficia tu salud a nivel holístico. Mejora tu condición física (flexibilidad, fuerza, equilibrio, movilidad, postura…), te ayuda a controlar la respiración, te proporciona calma mental. Todo ello proporciona una sensación de bienestar que no solo afectará a tu vida, sino también a lo que te rodea y a la manera de afrontar las situaciones que te vengan.

Pero si quieres unos motivos más concretos, estos pueden ser algunos de los que te empujen a iniciarte en la práctica del yoga:

El yoga es una disciplina que trabaja a nivel integral tu cuerpo y mente. Es una filosofía de vida enfocada al bienestar propio y de tu entorno, buscando la conexión que nos hace ser parte de un todo. Escuchar a tu cuerpo, respeta tus límites y mantén una respiración consciente y calma tu mente.

Si quieres iniciarte o integrar el yoga en tu cuidado personal puedes consultar nuestro servicio de entrenamiento personal. Para los entrenadores de Saludando esta disciplina es fundamental para el trabajo integral del cuerpo.

¡Disfruta de tu práctica de yoga y descubre los beneficios que puede aportar a tu bienestar!