En anteriores publicaciones hemos estado hablando del desayuno, y de como crear un desayuno saludable.

Sin embargo, dentro de nuestra rutina de comidas en general, es importante contextualizar nuestro desayuno en el marco de dicha alimentación.

Esto significa que independientemente de lo bueno y lo cuidado que hagamos esta comida del día, no significa que ya podamos mirar para otro lado respecto a nuestra alimentación.

Hemos de recordar que dentro de un estilo de vida saludable hay muchísimos factores a tener en cuenta. Procurar elaborar un desayuno basado en realfood y poco procesados puede ser un comienzo interesante para comenzar a mejorar nuestra alimentación.

Sin embargo, hemos de pensar si ese desayuno tiene más o menos sentido para nosotros. Si a nivel energético está compensado (por exceso o por defecto). Por ejemplo, si vamos a realizar alguna actividad física por la mañana o si vamos a tener una mañana de oficina. Así como de si somos personas generalmente activas o más bien sedentarias. Esto es un paso importante, pero siempre y cuando, la elección sea saludable. Una vez que consigamos que lo sea, debemos buscar como adecuar a nivel global nuestro desayuno.

Un ejemplo; empezamos por considerar si queremos desayunar y si encaja en nuestro estilo de vida. Si nos apetece, tenemos tiempo y queremos hacerlo.

 Nada de obligarnos a comer. Una vez esto valorar el tiempo del que disponemos para buscar un desayuno acorde (ver post anterior para darte algunas ideas). Si tenemos tiempo, podríamos llamar a un desayuno saludable el hacer unas tortitas con huevo, avena, cacao, dátiles y leche. Con chocolate fundido 91% de cacao por encima. Hemos conseguido hacer un desayuno dulce en base a alimentos, así que estupendo. Sin embargo, el siguiente paso sería valorar si ese chute energético es adecuado para nosotros o, por otro lado, nos convendría un desayuno más bajo a nivel energético (yogur con fruta o un poco de pan con algún ingrediente proteico, un desayuno en base de huevo, etc.).

Algunos mitos del desayuno:

  • Hay que comer recién levantado no es necesario, no tenemos que meter una cantidad de comida determinada justo en las primeras horas del día. El buen momento para comer es cuando aparezca el hambre y siempre con algún alimentos o producto saludable.
  • Hay que salir desayunado de casa. Dar una galleta y un vaso de leche con caco azucarado al niño antes de salir para que “aunque sea” coma algo. Ni va a rendir menos, ni vamos a desnutrirnos ni nos vamos a marear por no salir de casa comidos. La mañana es larga y si vamos a estar activos es interesante un buen aporte, pero siempre hay que valorar el caso y por supuesto no es necesario obligarnos antes de salir de casa con las sábanas aun pegadas.
  • Agua con limón en ayunas. Los beneficios de esto se quedan exactamente en los beneficios del agua + los beneficios de beber un poco de limón. No detoxifica, no activa el cuerpo, no elimina toxinas. Es simplemente: agua con limón.
  • Eliminación de algunos alimentos o grupos muchos grupos de alimentos o partes de ellos, han sido desplazados del consumo de muchas personas por falsas acusaciones:
    • Lácteos (especialmente los enteros) son un grupo de alimentos que, no siendo esenciales, si son muy interesantes a nivel nutricional para completar o basar un desayunos. Yogures, leche, quesos… para aprovechar el máximo nivel nutricional, consumir la leche y los yogures enteros. Y por supuesto, sin azúcares y demás extras añadidos. Siempre valorar cada caso para conocer si es adecuado usar desnatados o no tiene sentido.

  • Yema de huevo: Los desayunos “fit” se la han cargado. El mito del huevo y el colesterol, la grasa mala del huevo, su aporte calórico… todo nos ha llevado a verlo cada vez menos en los desayunos. Para aprovechar al máximo (al igual que en lácteos) el valor nutricional, usemos los huevos enteros.
  • Pan: Lo primero que te quitan en las dietas. Puede ser un producto que nos ayude bastante a montar un desayuno bien completo. Siempre acompañado del resto de componentes de fruta, grasa saludable, proteínas saludables y buscando un pan saludable. Pero no tiene ningún sentido eliminarlo de la alimentación de forma generalizada. Siempre necesario una valoración individual para esta decisión.

¿Qué os parece? Contadnos en los comentarios cuál es vuestro desayuno perfecto y si estas pautas os han servido para entender el desayuno desde un punto de vista más consciente.