Todos sabemos lo que significa para nosotros la Navidad. Puede gustarnos más o menos y puede ser algo bueno o algo malo, pero la Navidad está relacionada con la alimentación. Además del factor social en el que quedamos con nuestros amigos, compañeros y familiares; todos los eventos van a tener otro protagonista, la comida.

Esto es maravilloso, ¿qué hay mejor que disfrutar de la buena comida y acompañada de las personas que queremos? Es necesario disfrutar, descansar, pasarlo bien y comer los alimentos típicos de esta fecha. Sin embargo, entra ahora un término importante: lo ocasional. Esta palabra, que puede interpretarse de muchos modos, es la excusa que suele escucharse en esta época para justificar un consumo abusivo de determinados alimentos o productos. Y es que la Navidad no son 4 comidas. Suele aplicarse a los días clave, pero también a todos los días que lo rodean desde que llega Noviembre hasta Enero. Y mantener este discurso de lo ocasional todo el mes va a hacer que aquello que deberías consumir 4 días puntuales lo vayas a tomar a diario durante 30 días, convirtiéndose en algo que no es ocasional.

Perdemos el control de lo que consumimos y empezamos a dar ese poder a los grupos de amigos, a la familia y a la situación de fiesta en general. Dejamos de actuar de forma consciente y nos dejamos arrastrar por la tradición, la presión social, las vacaciones, las ofertas de supermercados y publicidad.

MENÚS NAVIDEÑOS

En cuanto a los menús y el orden de platos, hay algo que no tiene mucho sentido y que se suele ver en las comidas navideñas: el exceso. Se cocina mucho de todo, sin ponerse a pensar el número de comensales, de modo de cuando llega el plato más fuerte (la carne, el pescado) la mayoría de platos se vuelven llenos. ¿De qué nos hemos llenado? De patatas fritas, frutos secos salados, embutidos y fiambres.

Hay que pensar un poco, sentarse, y planificar un menú rico, variado y suficiente. Pero no es necesario buscar que sobre.

  • Frutos secos: En muchas ocasiones nos gastamos mucho dinero en el mejor jamón, pero luego ponemos un revuelto de frutos secos fritos y salados que lleva cacahuetes, bolitas amarillas, quicos y pasas. Y esto, además de no ser frutos secos, empieza a llenarnos mal el estómago. Cambiar esto por algunas nueces, almendras, anacardos o pistachos tostados o crudos.
  • Patatas fritas y encurtidos: Está bien que las haya, pero no deben llenarse las mesas de ellos. Es una buena idea cambiar algunas de las patatas que se suelen introducir por patatas caseras o algunas verduras horneadas. También, elegir algunos encurtidos de calidad en una ración adecuada.
  • Embutidos y fiambre: No paramos de ver bandejas llenas de caña de lomo, salchichón, chorizo… ya vamos llenos con los demás entrantes y ahora vienen estos platos que nos siguen llenando, pero no de algo muy interesante. En su lugar intentar no poner solo este tipo de productos sino algunas tablas con quesos y jamón de buena calidad.
  • Principales: La carne y el marisco son los habituales reyes del menú, no hay nada de malo en ello, pero hay que llegar con ganas de consumirlos y aprovecharlos. No está de más usar para estos platos alguna guarnición vegetal.

QUE LO OCASIONAL NO SE CONVIERTA EN HABITUAL: DULCES NAVIDEÑOS

Desde principios de Noviembre empezamos a ver en las tiendas y supermercados la gran avalancha de productos navideños: turrones, mantecados, polvorones, bombones… ¿Cuándo comienza la Navidad? Pues parece que los comercios lo tienen claro, quieren pescar cuanto antes a los clientes para que se lleven estos productos.

Y es que consumir estos productos no va a conllevar ningún problema, lo peor viene cuando no somos nosotros los que hemos decidido consumirlos sino cuando hay otros factores que nos intentan sabotear (publicidad, amigos, familiares, conocidos, etc.).

Si somos personas que habitualmente no consumimos este tipo de productos, debemos armarnos de valor y ser conscientes de que el mes de Diciembre es un mes más, con sus fiestas, sus eventos, el trabajo y todo lo demás. Y como cualquier mes, en estos eventos va a haber alimentos típicos de la fecha que son menos saludables y que no pasa nada por consumir. Pero el resto de días preguntarnos: ¿Es necesario consumir este producto?, ¿De verdad lo necesito?

ALGUNOS TIPS PARA EL DÍA A DÍA EN CASA DURANTE ESTE MES

Si habitualmente no tenemos en casa estos productos expuestos, no dejar bandejas llenas de dulces por el salón y cocina, dejar estos productos apartados de la vista y, si habitualmente tenemos frutero, potenciar su uso. Si no lo has tenido es algo que seguro que te va a beneficiar a la hora de hacer elecciones con hambre en alguno de los viajes a la cocina.

Algún consejo para las comidas y cenas navideñas más fuertes. Aunque tengamos la opción de consumir estos productos de temporada, que es estupendo, no significa que sea la única opción. Colocar centros de mesa a base de fruta ya cortada durante la comida y el postre es una gran idea, además sirve de decoración.

En el siguiente post, seguiremos comentando más consejos de cómo evitar el exceso de alcohol en estas fechas y, además, cómo hacer que lo habitual no se convierta en ocasional, como son las frutas y verduras, y seguir llevando estos alimentos a nuestro menú navideño.

Recuerda que puedes, si quieres, claro. Que sí, que puedes encontrarte menús tan exquisitos como saludables. Y que puedes pasártelo tan bien como quieras, con o sin alcohol. No queremos que vuelva a asomarse el 7 de enero y se repita la misma escena en muchos hogares españoles: unos pantalones que aprietan demasiado o la báscula bajo nuestros pies mostrándonos sin ninguna piedad que estas Navidades nos hemos vuelto a pasar con el turrón, las copas y el roscón. ¡Oh, Sana Navidad!

¿Quieres llevar un control en tu alimentación? ¿No eres consciente de lo que comes?

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