¿Qué es la electroestimulación?

La electroestimulación es la tendencia de moda este año en fitness: sesiones de 20 minutos de entrenamiento muy intenso en las que trabajas todo el cuerpo al completo y que son el perfecto complemento para el entrenamiento en sala o al aire libre. Pero, ¿sabes realmente cómo funciona? Te lo explicamos para que entiendas qué es lo que pasa en tu cuerpo cuando te pones el chaleco electroestimulador.

 

¿De dónde ha salido la electroestimulación?

En realidad la electroestimulación no es algo tremendamente novedoso: lleva utilizándose mucho tiempo en el ámbito de la fisioterapia, tanto para la recuperación de lesiones como para la posterior readaptación al ejercicio. Imagina que has tenido que llevar una escayola en la pierna durante un montón de meses y no has podido entrenar: sin duda, habrás perdido masa muscular y es necesario ir «despertando» a tus músculos para que puedan volver a estar operativos. Pues eso es lo que hace la electroestimulación: genera impulsos eléctricos que hacen trabajar a tus músculos de manera pasiva.

La electroestimulación en la fisioterapia se aplica a un solo grupo muscular: en nuestro ejemplo, se aplicarían unos electrodos en unos puntos clave de la pierna hasta los cuales llegaría el impulso eléctrico enviado por la máquina, y los músculos se pondrían a trabajar sin necesidad de movernos.

 

La electroestimulación en nuestro entrenamiento

Cuando aplicamos la electroestimulación al fitness o al entrenamiento global, lo que estamos haciendo es trabajar con ese mismo principio de electroestimulación pero aplicado a muchas partes del cuerpo a la vez. El chaleco electroestimulador tiene electrodos que se aplican sobre los pectorales, el abdomen, la zona media y alta de la espalda y la zona lumbar. Además, se colocan unas bandas con electrodos en brazos y piernas para que podamos cubrir todos los grupos musculares del cuerpo.

Cuando nosotros queremos realizar un movimiento, nuestro cerebro envía una orden al músculo: esta orden viaja por nuestro sistema nervioso en forma de impulso eléctrico hasta que llega al músculo en cuestión, donde las fibras reciben la orden y la ejecutan. Lo que conseguimos con la electroestimulación es saltarnos el paso de enviar la orden desde el cerebro y nos ahorramos el viaje por el sistema nervioso: la orden o estímulo eléctrico sale desde la máquina y va directamente al electrodo que está sobre nuestro músculo. Es lo que llamaríamos «entrenamiento pasivo».

 

Pero ¿tengo que entrenar mientras llevo el chaleco?

Sí, porque lo que hacemos en las sesiones de electroestimulación es juntar el entrenamiento pasivo que conseguimos mediante el chaleco con un entrenamiento activo que ejecutamos nosotros mismos. Al mismo tiempo que nuestros músculos reciben estímulos desde la máquina, nosotros también les hacemos trabajar de forma voluntaria. Sumar estas dos formas de entrenamiento da lugar a un entrenamiento muy intenso: por eso las sesiones duran solo 20 minutos.

Ahora que ya sabes cómo funciona la electroestimulación, ¿te animas a probarla?