Hoy te contamos cómo mantener la energía en otoño, derribar mitos y aprovechar esta época para reforzar tu bienestar desde dentro y consolidar hábitos saludables que te acompañen hasta el invierno. 🍂
Porque sí, estamos entrando en el otoño en su máxima expresión: cambio de hora, días más cortos, temperaturas que bajan, tonos cálidos en los árboles… Una época de transición que invita a bajar el ritmo y acurrucarse con la mantita más que al movimiento… Vamos, que parece que la pereza viene de serie con la estación, pero también es una invitación a escucharnos mejor.
Aunque parezca una estación “tranquila”, el cuerpo y la mente sienten los cambios: menos luz, horarios diferentes, una ligera bajada de energía o cambios en el sueño y el apetito. Todo es parte de un proceso natural de adaptación. La clave está en acompañarlo desde el cuidado y los buenos hábitos.
¡Descúbrelo continuación!
Alimentación: tu combustible para los días más cortos
Estamos en una estación generosa. Nos trae alimentos cargados de sabor y nutrientes que nos ayudan a mantener las defensas y la energía en otoño: calabaza, setas, boniato, castañas, granada, caquis, legumbres, frutos secos y pescado azul.
Nutrientes clave para mantener la energía en otoño
Incluir estos alimentos de temporada no solo mejora la calidad de nuestra dieta, sino que aportan exactamente los nutrientes que necesitamos en cada época del año y nos prepara para los meses fríos. Las frutas y verduras de otoño son especialmente ricas en vitamina C (que refuerza el sistema inmune), vitamina A (esencial para las mucosas respiratorias), vitamina D, antioxidantes y minerales que protegen nuestras células, fortalecen el sistema inmune y combaten el cansancio.
La alimentación también nos ayuda a hacer frente a lo que suele suceder en esta época: la caída del cabello. Aunque no es solo “culpa del otoño”, es algo normal, una buena combinación de proteínas, hierro y zinc (presente en legumbres, huevo, hojas verdes, pescado y frutos secos) puede ayudar a mantener su salud.
💡 Consejo Saludando: dedica un rato a cocinar platos de cuchara, cremas o salteados con productos de temporada. Comer caliente y equilibrado reconforta el cuerpo y también la mente.
Movimiento: el mejor aliado contra la bajada de energía en otoño
Con menos horas de luz y el frescor del ambiente, puede costar un poco más mantener la motivación para entrenar. Pero precisamente en esta estación, el movimiento es el mejor antídoto natural contra la apatía y el bajón anímico otoñal, y es clave para regular el estado de ánimo y mantener el equilibrio.
El ejercicio físico mejora la oxigenación, estimula la producción de endorfinas y ayuda a contrarrestar la sensación de cansancio que puede aparecer con el cambio de hora.
Consejos para entrenar con frío
Lo importante es adaptarse:
- Si entrenas al aire libre, aprovecha las horas centrales del día.
- Ajusta la ropa a la temperatura (técnica cebolla, ¡las capas son tus amigas!).
- Y si llueve o hace demasiado frío, busca alternativas bajo techo.
A veces se dice que con el frío se rinde peor, pero en realidad puede pasar lo contrario: el cuerpo soporta mejor el esfuerzo cuando no hay calor excesivo. Así que no dejes que la excusa del clima te frene: sigue activo/a y verás cómo tu energía mejora.
💡 Si has notado ese bajón de energía en otoño y necesitas un extra de motivación o prefieres entrenar acompañado/a, pásate por Saludando Chueca: allí encontrarás entrenamientos adaptados, buen ambiente y todo lo necesario para que mantener la constancia sea mucho más fácil.
Descanso: sincronízate con el nuevo horario
El cambio de hora puede desajustar nuestro reloj interno durante unos días. Es normal sentir cierta somnolencia o notar que cuesta dormir.
Estrategias para dormir mejor
Para que la adaptación sea más fluida, puedes seguir estos pequeños gestos:
- Intenta ajustar progresivamente tus horarios de sueño en los días previos.
- Reduce el uso de pantallas una hora antes de acostarte.
- Aprovecha la luz natural, sobre todo por la mañana: la exposición solar temprana ayuda a regular el ritmo circadiano.
- Mantén rutinas estables y un ambiente tranquilo en el dormitorio.
Dormir bien no solo mejora el descanso físico, también equilibra el estado de ánimo y fortalece el sistema inmune.
💡 Recuerda: el descanso también se entrena. Escucha tus señales y permítete parar cuando lo necesites.
Bienestar emocional: conectar con el ritmo del otoño
La luz cambia, el ritmo se ralentiza y puede influir en nuestro estado de ánimo. Este momento del año invita a mirar hacia dentro, a ordenar, a priorizar y a reconectar con lo que nos hace bien.
Pequeñas rutinas de autocuidado
- Pasea al mediodía para aprovechar la luz.
- Practica la respiración consciente o meditación unos minutos al día.
- Retoma aficiones que te relajen o te conecten con tu creatividad.
- Y, sobre todo, no te aísles: compartir tiempo con amigos y familiares es una de las mejores fuentes de bienestar emocional.
El llamado “bajón otoñal” no es inevitable. El cuerpo simplemente necesita un poco más de atención, descanso y cariño.
Conclusión: abraza el otoño sin perder energía
El otoño no tiene por qué ser sinónimo de cansancio ni de pereza. Puede ser, de hecho, una de las épocas más reconfortantes si sabemos acompasarnos con su ritmo. La estación perfecta para reforzar hábitos, cuidarnos por dentro y por fuera y aprovechar todo lo que esta estación nos ofrece. Mira a tu alrededor, la naturaleza nos da la respuesta: es el momento de soltar lo que no nos sirve para dar cabida a algo nuevo y mejor.
Con una alimentación de temporada, un entrenamiento adaptado, un descanso reparador y un poco de autocuidado emocional, podemos llegar al invierno mejor que nunca, con la energía equilibrada y el bienestar reforzado.
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