LA FAMOSA FRASE «NO TENGO TIEMPO»

El deporte, el ejercicio, o cualquier forma de moverse en tu día a día es una fantástica forma de mantener muchas de las enfermedades del siglo XXI fuera de vista. Sin embargo, aunque todos sabemos lo bien que nos encontramos cuando hacemos deporte, ¿por qué nos cuesta tanto? Hoy hablaremos de la excusa de las excusas, la reina del “tú no me entiendes” y precursora del agobio, hoy hablaremos del “no tengo tiempo”.

Efectivamente, todos tenemos las mismas horas, y cuando llegamos a la conclusión de que no tenemos tiempo, es porque es muy fácil llenar el día de tareas y no tener tiempo. Y uno de los grandes problemas es que buscamos la solución donde no está. Explora las siguientes tres áreas donde buscar tiempo para una vida un poco más activa y saludable, quizás te abra algunos minutos a lo largo del día.

 

  1. Se pueden hacer dos cosas al mismo tiempo.

Se puede andar mientras hablas por teléfono prestando 100% atención a la conversación y sin terminar con dolor de cuello. La solución pasa por auriculares con micrófono. Conozco muchas personas con una media de dos horas al teléfono todos los días que no tienen tiempo. Sin sumar una hora más al día ya hemos encontrado al menos una para movernos. Además, la inspiración es mayor cuando se está andando.

Pruébalo y verás. ¿No hablas mucho por teléfono pero sí estas muchas horas sentado delante del ordenador? Pues aunque te parezca una atraso, un escritorio que combine la posibilidad de trabajar sentado unas horas y otras de pie, puede ahorrarte varios kilos de sobre peso, hinchazón de piernas, dolor de cuello y una espalda débil.

  1. Competir sin hacer deporte.

Un estilo de vida activo físicamente hace magia en tu salud, sin embargo de la salud no nos acordamos hasta que la perdemos, por eso necesitamos algo más que pensar en la salud para motivarnos a movernos, y el deporte tiene muchos elementos que nutren la fuerza de voluntad. Entre uno de esos elementos nos encontramos, el reto. Retar a un adversario o retarse a sí mismo con un pequeño compromiso público es mágico.

No es necesario grandes retos, ni entrar en el libro Guinness, descárgate una App en el móvil si no la tienes y ponte como objetivo andar 5000 pasos al día durante 3 semanas. Fallar un día es perder el reto. Apuéstate algo con tus hijos, con tus compañeros de trabajo o con tu cuñado el gracioso. En 3 semanas pasarás por momentos duros, y no físicamente. La pereza, las postergación y las excusas serán el enemigo a batir, conquistada esa plaza, todo puede llegar.

  1. Cambiar el cristal con el que se mira.

Tatúate la siguiente frase a fuego porque es una verdad inamovible: Nunca es el momento perfecto para empezar un cambio. Y porque esta frase es verdad, siempre tendrás alguna excusa para sabotear tus nuevos hábitos, por lo que elegir cualquiera de las siguientes opciones depende solo de ti:

  1. Voy a dejar que pase este apretón de trabajo y que tenga un poco más de tiempo para empezar con el reto de los 5000 pasos.
  2. Con las posibilidades que tenga, con el tiempo que tenga, empiezo aunque sea un pequeño primer paso.

 

¿Qué cristal vas a ponerte? Afortunadamente tú eliges.

Antonio López, Entrenador Personal en Saludando.