El riesgo con un fisioterapeuta profesional es casi nulo. Nuestro consejo para reducir el riesgo al mínimo es claro: Es importante que siempre acudas a un fisioterapeuta colegiado y a centros homologados por la consejería de Sanidad. Nosotros cumplimos toda la normativa y nos tomamos muy en serio la seguridad.